martes, 18 de marzo de 2014

Otomíes de San Pablito, Puebla. (El traje tradicional indígena


Otomíes de San Pablito, Puebla
En la ladera de una honda barranca de la Sierra Poblana, se esconden entre naranjos y cafetos las chozas de San Pablito. Sólo el blanco campanario de la iglesia destaca entre el verde de la montaña y sirve de guía al viajante que a pie o a caballo sube la empinada cuesta para alcanzarlo. San Pablito y algunos pueblos cercanos están poblados por otomíes, completamente aislados de los hidalguenses del Mezquital. También son agricultores y se encuentran en una región fértil en la que cultivan caña, naranjas y café.
Las mujeres visten enredos formados por seis tiras de 16 centímetros cada una cosidas a lo largo, las cuatro tiras centrales son de manta blanca; las otras dos azul oscuro cuadriculadas en azul pálido. El enredo tiene un ancho de 2.65 metros por 95 cm. de largo. La blusa es de manga corta y escote cuadrado rematado con un ribete de puntas, está bordada en colores brillantes sobre el pecho y las mangas con figuras humanas o de animales en punto de cruz o con chaquira. Arriba de las blusas las mujeres usan un quechquémel, tejido en algodón blanco con una ancha franja de lana morada o roja que tiene la particularidad de formar escuadra al fondo de la prenda sin que los hilos estén cortados; cuando quema el sol las mujeres acostumbran taparse la cabeza con el quechquémel.
Los hombres visten calzón, camisa de manta blanca y un ceñidor de algodón blanco, con un fleco finísimo de macramé bordado en colores. Llevan cotón negro o azul con rayas blancas, morral de ixtle y huaraches.
Hoy en día las mujeres de San Pablito bordan faldas de manta con extraordinarias figuras de caballos, personas y águilas, pero no para utilizarlas ellas mismas sino para venderlas a los turistas. Conservan unas raras canastas llamadas "tancolotes" hechas con un armazón de varas entrelazados con tiras de corteza de árbol de jonote. Cargan las canastas pequeñas en las espaldas amarrándolas con el mecapal, o las cuelgan del hombro.


Ma. Guillermina vilchis Montes de Oca.

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